viernes, 21 de junio de 2013

49. Nueva generación.

Varios años habían pasado desde aquel día en Hogwarts. Una nueva mañana comenzaba a abrirse camino en una de las pequeñas casas de Privet Drive.
-Albus, vamos a llegar tarde- decía Ginny a su segundo hijo desde la entrada de la casa.
Tanto ella como Harry y sus otros dos hijos, esperaban al joven mago que iba a comenzar su primer año en Hogwarts.
El muchacho se parecía bastante a su padre, Harry. Estaba en su habitación, mirando el álbum de la escuela de magia de sus padres. 
-Alvus Severus Potter, ¿acaso no quieres llegar a tu primer día de escuela?- murmuró Harry desde la entrada de la habitación y con una tierna sonrisa.
El chico miró hacia éste y sonrió tímidamente.
-¿Y si me ponen en Slytherin?- parecía triste.
-Entonces, la casa Slytherin celebrará el tener un joven mago con grandes cualidades- se sentó al lado de su hijo.
-Pero...- seguía manteniendo sus dudas.
Harry posó su mano en el pequeño hombro del chico y lo miró a los ojos.
-Albus, puedes ser lo que quieras que seas. Tanto si eres de Gryffindor como si no, estoy convencido de que nos harás sentir orgullosos de ti- continuaba con esa tierna sonrisa paterna- Solo debes esforzarte y luchar justamente hasta el final, porque puedes conseguirlo, nosotros lo sabemos solo debes convencerte tú mismo-.
El niño parecía haberlo entendido y asintió con la cabeza.
-Gracias papá- sonrió y abrazó a su padre.
-Harry, Albus, si no nos damos prisa...- intentaba decir la pelirroja señora Potter, pero al ver aquella tierna imagen solo pudo silenciar su voz y mirarlos orgullosa.
Pero este momento duró muy poco, pues se habían percatado de su llegada y se apresuraron a salir hacia la estación de trenes de Londres.
Ya en la estación de trenes, Neville corría apresurado con la varita de su hija, Clara Longbottom.
-¡Mi varita!- se alegró la joven rubia al ver a su padre llegar con su varita.
-¿Cómo se te pudo olvidar la varita en el Caldero Chorreante?- logró decir Neville después de tomar bastante aire.
Luna comenzó a reír.
-¿Qué te hace tanta gracia?- miró extrañado a su mujer.
-Lo ha heredado de su padre- detalló ésta mientras acariciaba el cabello ondulado de la joven.
Neville también comenzó a reír, pues recordó como en su primer año había perdido a Trebor, su sapo.
-¡Luna, Neville!- llamó Ron mientras corría con el carrito de su hija, Rose Weasley.
Éstos voltearon hacia él y lo saludaron.
-Ron, cuánto tiempo- dijo Luna.
-Ya veo que es el primer año de Rose, también- observó Neville con una sonrisa.
-Sí... Por suerte, hemos llegado a tiempo- dijo el pelirrojo.
En ese momento, aparece Alice desde el muro que llegaba hacia el andén 9 y tres cuartos.
-¡Por fin habéis llegado!- dijo ésta con una sonrisa.
-Papá rompió el coche- dijo la joven pelirroja.
-¿Qué?- parecía a punto de enfadarse.
Alice miró, algo enojada, a su marido.
-No es lo que parece... Rose, ¿en qué hemos quedado?- dijo Ron.
-Sois tal para cual- añadió Neville con un tono simpático.
-Lo mismo digo- concluyó el pelirrojo al mirar hacia la joven Longbottom.
-¡Harry!- se alegró Luna al reconocer a su compañero Gryffindor y a su familia.
Todos fueron a saludarse y atravesaron el muro para llegar al tren.
Ya solo faltaban unos minutos para que partiera hacia Hogwarts.
Harry, Ginny, Luna, Neville, Alice y Ron se encontraron con George y su familia.
Pero aún faltaban dos personas más...
Cuando Harry y Ron voltean para ver si su mejor amiga y compañera, Hermione Granger, aparecía y para su sorpresa, así era.
Venía acompañada de su marido, Draco Malfoy y su hijo Scorpius Malfoy.
Éste era idéntico a su padre en su primer año y tanto Harry como Ron, miraron a Hermione y a Draco con una sonrisa.
-No se parece nada a ti, Hermione- burló Ron.
-Reparo- dijo Scorpius mientras apuntaba con su varita a la corbata de Ron y ésta parecía más nueva. 
Harry, Hermione y Draco comenzaron a reír al ver a su pelirrojo amigo mirar su corbata más arreglada y nueva.
-Vale... Sí que se te parece- concluyó con una mirada de envidia.
En ese momento, todos los jóvenes magos entran en el tren y miran por la ventanilla a sus padres y agitan sus manos, para despedirse de sus familiares.
En uno de los vagones, se encontraban Albus Severus Potter, James Sirius Potter (el mayor de la familia Potter y Lily Luna Potter es la pequeña), Rose Weasley, Clara Longbottom y Scorpius Malfoy.
Salvo James, todos ellos comenzaban su primer año en Hogwarts y ahora solo faltaba saber a qué casa iban a estar destinados...
Por ahora, solo diré que la casa Gryffindor ganó a los siguientes estudiantes: Albus, Jame, Rose y Clara.
Y en la casa Slytherin, Scorpius.
Sin embargo, nunca volvió a ver problemas ni divisiones entre las cuatro casas... Salvo por dos nuevos personajes que siempre rivalizan entre sí pero nunca más allá, Rose Weasley y Scorpius Malfoy. Pero eso ya es otra historia.


FIN


Este vídeo lo dedico para todos los seguidores de Dramione y quiero que sepáis que os estoy muy agradecida.
Gracias por leer mi blog, espero escribir algún día otra posible historia de Dramione o algo parecido... Por ahora, solo os puedo ofrecer con todo mi cariño esta historia que he trabajado con toda mi ilusión.
Por cierto, este vídeo tan bien trabajado no es mío... Lo encontré en Youtube y me gustó mucho. Felicito a la persona que lo haya hecho y quiero dedicároslo a todos los que visitáis y leéis mi blog. Un abrazo fuerte, Ana García Ruiz.
Hasta pronto :)





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