sábado, 25 de mayo de 2013

39. De vuelta al estudio.

Poco a poco, el sol fue tomando más fuerza a medida que iba ascendiendo en el cielo invernal. 
Harry comenzó a ver algo que no era bastante común, eran el director Dumbledore y tres magos más de Hogwarts.
-Ahí está el director- murmuró Harry, sin dejar de mirar hacia el cielo.
-Será mejor avisar a los demás- detalló Draco.
Éste entró al refugio y dejó a su compañero Gryffindor para que recibiera al director.
Los cuatro magos descendieron hasta donde estaba Harry y éste corrió hacia el director.
-Hola, Harry- dijo muy feliz Aberforth, mientras correspondía el abrazo del joven mago.
-Le veo muy bien, señor Potter- murmuró McGonagall con una sonrisa.
-Me alegro de verla, profesora- también la abrazó.
-Yo también me alegro de verle, señor Potter- dijo Horace.
Harry estaba contento de verlos y también le dedicó un abrazo, hasta que vio al antiguo profesor de pociones, Severus Snape.
-Señor...- iba a abrazarlo, pero Snape lo interrumpió.
-No tiene por qué abrazarme, Potter, un saludo es más que suficiente- murmuró algo serio.
Harry dudó por un momento, pero eran muchas cosas las que su antiguo profesor de pociones había hecho por él y le abrazó sin más.
Éste estaba sorprendido, tampoco pudo abrazarlo sin más... No esperaba ver un momento así y menos con Harry Potter.
-¿Son cosas mías o Harry está abrazando al frío de Snape?- susurró Ron a Neville, bastante impresionado.
-No creo que sean cosas tuyas... Yo también lo veo...- susurró Neville.
Hermione corrió hasta Harry y Snape, quiso unirse al abrazo.
-Vale... Ya me he vuelto loco- dijo Ron, aún mucho más impresionado.
-No estás loco, el profesor Snape ha hecho muchas cosas por Harry y no alardeó de ello en ningún momento- aclaró Ginny y también fue a saludar a su antiguo profesor de pociones.
-¿Snape se está dejando abrazar por Potter, Granger y Weasley?- se sorprendió Draco.
-Nosotros hemos dicho lo mismo- dijo Neville.
Los tres magos dejaron de abrazar a su profesor de pociones, estaban contentos de verle y agradecían todo lo que éste había hecho.
-Ahora ya no puedes decir que detestas tu trabajo, Severus- rió el director y con él todos, menos Snape.
Ya dentro, los adultos comenzaron a debatir acerca de la situación en la que se encontraban, mientras que los jóvenes magos solo podían quedarse fuera de la cabaña y esperar una solución a todo esto.
-No es justo, ya somos mayorcitos y nos tratan como si aún llevásemos pañales- se quejó Ron, mientras andaba de un lado a otro.
-Bueno, algunos aún no se han dado cuenta de que lo llevan puesto- burló George que estaba de pie, apoyado en uno de los árboles que rodeaban la cabaña y con los brazos cruzados.
Todos rieron un momento.
-Disculpad, sé que no debo meterme pero... ¿Qué es lo que está pasando exactamente? Mis padres actúan raro y no me dicen sino que aún no es el momento de que lo sepa- intervino Alice, que estaba también de pie y con las manos reposando en los bolsillos de su abrigo.
-No es fácil de explicar... Lo siento, pero...- murmuraba Harry, sentado bajo el árbol en el que se encontraba George.
-Es mejor que no lo sepas- interrumpió Draco, serio y sentado bajo otro árbol que daba frente a los demás compañeros magos.
-Pero... Algo puedo hacer, ¿no? Todos vosotros sabéis algo y tenéis la misma edad que yo...- se quejaba.
-Si digo que es mejor que no lo sepas, es que es mejor que no lo sepas- recalcó el joven Slytherin, aún más serio y poniéndose en pie.
Alice estaba enojada, pues tenía miedo de tanto secretismo y deseaba saber, al menos, una pequeña parte.
-Malfoy, gracias, pero mejor se lo explico yo...- intervino Harry, bastante comprensivo.
Draco volvió a retomar su asiento y dejó que su compañero Gryffindor calmara la situación.
-Verás, Alice, no es algo que se pueda contar tan a la ligera. Todos los que estamos aquí, deseamos estar en tu situación e ignorar lo que pase... Pero no es así. Si no te decimos nada, no es por hacerte daño. Queremos evitar meter a más personas en problemas...- explicaba éste.
-¿Y qué hay de mis padres? ¿Ellos si deben arriesgar su vida?- se angustiaba.
-No... Claro que no. Todo esto es...- no hallaba palabras.
-Todo esto es por culpa de Voldemort- dijo Hermione, intentando ayudar a su mejor amigo.
Alice parecía perpleja, no sabía quién era Voldemort y desconocía cuál era el peligro en sí.
-¿Quién es Voldemort?- preguntó.
-Por Merlín, ¿en serio no sabes quién es?- se sorprendió Ron.
-¡No, no lo sé!- se enojaba.
-Vale, calma- intervino Hermione- Alice, Voldemort era un mago que ha cometido bastantes delitos y todos contra muggles-.
La joven Clark parecía ir comprendiendo la gravedad de la situación.
-Has dicho "era"... ¿Acaso está muerto?- seguía interrogando.
Los jóvenes magos se miraron entre sí y bajaron la mirada.
-¿Qué ocurre? Me estáis asustando...- tragó saliva.
-Se supone que está muerto- concluyó Neville.
En ese momento, abren la puerta y salen todos los adultos.
Los nueve jóvenes magos se alinean y esperan las nuevas noticias de sus mayores.
-¿Y bien? ¿Qué debemos hacer?- preguntó Hermione.
-Lo primero, es que debéis empezar a prepararos para lo improvisto. Los tres profesores os enseñarán nuevos hechizos que iréis trabajando día a día y solo cuando se os diga- continuaba el director- Ninguno abandonará el refugio, a menos que vaya acompañado de un adulto y queda terminantemente prohibido el permanecer fuera de la cabaña después de las 6-.
-Un momento, ¿no podemos salir a ninguna parte? ¿Tenemos que estar aquí encerrados?- preguntó Neville.
-Así es, señor Longbottom- respondió McGonagall bastante seria.
-Pero, somos mayores de edad... Eso es un poco injusto- se quejó George.
-En absoluto, señor Weasley. Precisamente, es vuestra edad lo que os hace aún más infantes y más... Vulnerables- intervino Snape, igual de serio.
Ninguno pudo discutir nada, sabían que debían obedecer y solo así podrían conseguir algo... O al menos, esa era la idea.
Las clases iban a comenzar ese mismo día, no podían perder ni un minuto más de tiempo y la primera clase iba a ser con la profesora McGonagall.
Los 9 jóvenes entraron en la cabaña, tomaron asiento en el comedor y escucharon con atención.
-Bien, muchos de vosotros conocerá buenos hechizos y encantamientos-explicaba ésta- Pero ahora no vamos a dar clase de transformaciones ni tampoco delicados encantamientos-.
-Perdone, pero ¿qué hemos estado aprendiendo entonces? Varias veces hemos luchado con hechizos básicos y han sido de gran ayuda- dijo Hermione.
-Esos hechizos, como bien ha dicho señorita Granger, son básicos. Lo que vais aprender, no se enseña en ninguna escuela docente de magia-.
-¿Y por qué no?- cuestionó Ron.
-Se lo demostraré- concluyó ésta, mientras tomaba su barita y apuntó hacia el profesor Horace.
-Squama Draco- dijo McGonagall con una voz firme y el profesor comenzó a cambiar de aspecto.
Su piel empezaba a tener escamas de color rojo intenso, los ojos tornaban a un color amarillento, las uñas de las manos se transformaban en garras y su boca se alargaba con afilados colmillos. Se estaba transformando en un dragón.
Cuando había finalizado su dolorosa transformación, todos pudieron comprobar a un auténtico dragón de casi dos metros.
-¡Guau! ¡Ese hechizo mola! ¿Puedo probar?- se entusiasmó Ron.
-¡Vamos, ni lo sueñes! ¡Yo seré el primero!- se antepuso George.
-Corpus Homo- dijo la profesora, del mismo modo y éste volvió a su estado original.
-¿Cómo ha...? ¿Dónde está...? Es... ¡Es increíble!- se asombró Hermione, mientras intentaba buscar en sus libros algún hechizo semejante a lo que acababa de ver.
-No se esfuerce, señorita Granger, no lo va a encontrar en ningún libro- explicó la profesora.
-Pero, ¿cómo es que existe semejante hechizo y no está registrado en ningún libro?- se preguntó Harry.
-Existe, señor Potter, pero no es lectura para jóvenes magos como vosotros. En la sección prohibida hay muchos libros con hechizos que jamás habéis podido oír- explicó.
-Pero, profesora, ¿cuánto duraría la transformación?- dijo Hermione.
-Este hechizo es bastante complicado y solo puede durar 20 minutos como máximo, señorita Granger. No se deshace por sí solo, por eso debéis de conjurar el hechizo Corpus Homo, para que vuelva a su estado natural-.
-Y si no fuera así... ¿Qué pasaría?- preguntó Neville.
-El mago que se haya convertido en dragón, no podrá volver a ser humano y tampoco recordará que lo fue. He ahí la razón, por la que no está escrito en un libro para jóvenes magos- respondió algo seria.
-¿Y qué conseguimos transformando a otro en dragón?- intervino Ron.
-Cuando alguien se transforma en dragón, adquiere las cualidades de dicho animal y puede ser de gran ayuda en una batalla. Con su piel, puede repeler la mayoría de los hechizos, salvo uno...- murmuró.
-El hechizo imperdonable- susurró Draco.
-Así es...- respondió McGonagall.
La clase había acabado por ese día, era por la tarde y tocaba descansar.
Había comenzado a nevar, por lo que el cielo se había tornado de un color gris.
Hermione estaba leyendo un libro de hechizos que no había tenido la oportunidad de leer en mucho tiempo, en el cobertizo. Cuando pasó una de las páginas, cayó una foto de sus padres ante ella.
No se acordaba de que la tenía ahí y fue a cogerla de inmediato, cuando alguien se le adelantó.
Tenía las manos congeladas, pero no le importaba llevarlas así.
-Malfoy...- susurró al reconocer a su compañero Slytherin.
-¿Son tus padres? Solo los vi una vez, en el Callejón Diagon- murmuró, mientras le entregaba la fotografía.
-Gracias...- bajó su mirada. Aún sentía cierto pudor cerca de él.
-¿Puedo sentarme a tu lado?- parecía un poco deprimido.
Ella asintió levemente y cedió un poco de espacio.
-¿Desde cuándo lees aquí? Es incómodo y está lleno de telarañas...- miraba con cierto asco cada esquina del techo.
La muchacha rió un momento, con un poco de disimulo, pero Draco se había percatado de esto.
-¿Qué nos ha pasado?- preguntó, sin levantar la vista de su libro.
-Todo ha sido culpa mía, Granger. Solo culpa mía- bajó la mirada.
Hermione lo miró y deseó decirle algo, pero vio llegar a Alice con una pequeña caja llena de libros.
-Oh... Lo siento... Yo no pretendía...- se excusaba al verlos juntos.
-Yo ya me iba- concluyó el joven Slytherin y bajó hasta las habitaciones.
Hermione suspiró y apoyó su espalda en la reconfortante pared, quiso meditar un momento.
-Hermione, lo siento... No era mi intención...- estaba avergonzada.
-No es tu culpa, tranquila. Necesito estar sola...- sonrió levemente, pero fue suficiente para que ésta la dejara sola.
Habían muchas cosas sin aclarar y una de ellas era la que más atormentaba la cabeza de Lucyus Malfoy.
Se había hospedado en la mansión Riddle y solo se había dedicado a beber, desde que vio morir a su mujer.
-Lucyus... Lucyus...- susurraba una voz en las paredes.
-¿Qué...? ¿Quién anda ahí?- se levantó del suelo y comenzó a dar vueltas en aquel viejo salón.
Miraba cada esquina y en cada rincón de la casa, pero no hallaba a nadie físicamente.
-Lucyus... Lucyus...- volvía a oír ese susurro que se hacia un poco más fuerte.
-¡¿Quién eres?! ¡¿Qué quieres?!- lloraba de miedo, ira y de cansancio.
-En el espejo...- dijo esa misma voz.
Éste camino hacia el pequeño espejo que estaba colgado encima de la chimenea.
-¡Mi señor!- se arrodilló al ver el reflejo de Lord Voldemort.
-Lucyus... Querido Lucyus... ¿Qué ha sido de ti, viejo amigo?- se le podía oír con más claridad, aunque algo débil.
-Mi... Mi mujer ha muerto... Y no sé dónde está mi hijo...- lloró, aún arrodillado.
-Entiendo. Lucyus, sabes que te encomendé esta tarea y que si lo hacías bien,te estaré grandemente agradecido... ¿Acaso no vas a ayudarme?- recalcaba.
-Lo sé... Lo sé...- miró hacia él.
-Bien, ahora ve y busca a Potter... Debes terminar lo que empezaste, Lucyus... Termina lo que empezaste- se desvanecía ante sus ojos.
El señor Malfoy comprendía que aún tenía trabajo por hacer y que no podía quedarse de brazos cruzados. Ya casi no le importaba lo que le sucediera, sentía que lo había perdido todo y debía completar lo único que le quedaba por hacer.

HARRY POTTER Y ABERFOTH DUMBLEDORE

DRAMIONE

LUCYUS MALFOY

GEORGE WEASLEY,LUNA LOVEGOOD,RON WEASLEY, HARRY POTTER, HERMIONE GRANGER, GINNY WEASLEY, NEVILLE LONGBOTTOM, DRACO MALFOY, SEVERUS SNAPE Y LUCYUS MALFOY














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