-No... Mmm... Vete... ¡No!- se sobresaltó Harry de su cama y empapado de sudor.
Inmediatamente, Neville encendió la lámpara de la habitación.
-¿Otra vez, Harry?- murmuró Ron, mientras volvía a sentarse; pues se había levantado sobresaltado y con su varita en mano.
-Lo siento... Yo... Solo fue una pesadilla- decía, un poco entrecortado.
-Sabemos que fue una pesadilla, pero es que llevas una semana así- dijo Neville sentándose al lado de Ron.
-Lo sé, pero no puedo evitarlo- se lamentaba.
-Si, al menos, pudiéramos saber qué es lo que te pasa exactamente- murmuró Ron, sin saber nada de lo que Draco le había confesado a su amigo.
Harry tragó saliva y miró, disimuladamente, hacia su compañero Slytherin que permanecía sentado en su cama.
Draco correspondió a la mirada, tenía el corazón en un puño. Éste sabía que podía confiar más en Harry que en sus otros dos compañeros Gryffindor. Si ellos llegaran a saber que todo lo que estaba pasando, él lo sabía y no había dicho nada hasta ahora, estaría en un buen aprieto.
Por lo que, Harry, le prometió guardarlo en secreto.
-Oye, Malfoy, sé que no nos llevamos bien... Pero nos ayudarías muchísimo si sabes algo...- le pidió Neville, de buena gana.
-Lamento decepcionarte, Longbottom, pero sé tanto como vosotros- se limitó a decir.
-De todas formas, gracias, Malfoy- dijo Harry con una media sonrisa y llena de sinceridad.
En ese momento, abren la puerta de su habitación con sigilo, eran Ginny y Hermione.
-¿Estáis bien?- susurró Ginny, mirando a Harry.
-Todos estamos bien, solo fue una pesadilla- dijo sin mucha importancia y con una preciosa sonrisa hacia la joven Weasley, para no preocuparla.
Las dos chicas entraron y cerraron la puerta. Cada una llevaba su varita, por si debían de emplear la magia, pero no era el caso y la guardaron en sus pijamas.
-Harry, estás empapado de sudor...- susurró Ginny, mientras se sentaba al lado de éste.
-Tranquila, de verdad que no es nada- seguía quitándole hierro al asunto.
-Llevas varias noches con pesadillas, eso es preocupante- recalcó Hermione, que se encontraba de pie y cruzada de brazos, mirando preocupadamente a su amigo.
-Solo son pesadillas, tampoco es para tanto- insistía éste.
-Sí, sí que son para tanto... Harry, no es casualidad que a estas alturas tengas pesadillas- bajó un poco más la voz la joven castaña.
Harry descendió su mirada, sabía que tenía razón y no encontró argumentos que contradigan lo que ha dicho su compañera.
-Pero sí hay un remedio que pueda ayudarte a convertirlas en sueños más agradables- dijo una suave voz desde la puerta.
Era Luna, que había entrado con mucho sigilo y con un enorme libro de carcasa marrón oscuro.
-Perdona, ¿te hemos despertado?- susurró Hermione.
-No, en absoluto. Estaba leyendo en el comedor- murmuró la joven Ravenclaw con esa sonrisa soñadora.
-¿Cómo puedo transformar las pesadillas en sueños agradables?- dijo Harry.
-Es un poco complicado, pero es bastante eficaz si lo consigues- explicaba mientras tomaba asiento al lado de Neville.
-Pero, ¿qué tipo de pesadillas tienes, Harry?- preguntó Ron, un poco preocupado.
Éste miró a su pelirrojo amigo y bajó la mirada.
-Es con Sirius... Pero no era él- deseaba llorar, pero consiguió evitarlo.
-¿Con Sirius Black? ¿Tu padrino?- intervino Neville.
Harry asintió con la cabeza.
-¿Y cómo es que no era Sirius?- insistió Ron.
-Era él, por un momento... Pero en su interior, es como si viera a Voldemort- cubrió su cara con las manos- Quería que luchara contra él, pero yo no pude hacer nada porque...-.
-Porque veías a tu padrino- concluyó Luna.
-Así es...- murmuró Harry, con una pequeña lágrima en su rostro.
-Pero, ¿por qué sueñas con él? Sirius Black está...- se cortó Neville, pues sabía lo doloroso que fue para Harry cuando vio morir a su padrino.
-¿Muerto?- continuó éste- No lo sé... Creo que no quiere que duerma o que esté tranquilo, le parece divertido hacerme daño... No lo sé-.
-¿Y si fueras tú mismo?- observó Luna.
-¿Cómo puede hacerse eso él mismo?- dijo Ron, bastante confuso.
-Es sencillo. Tu único pariente cercano a tus padres fue él, te impactó su muerte porque estabas presente- continuaba, mientras miraba a Harry- Aunque haya sido Bellatrix, todo fue por causa de Voldemort y ahora que estás en estas circunstancias similares, revives estos detalles subconscientemente-.
-Vaya... Visto así, hasta impresiona- murmuró Ron.
-Bueno, ¿y qué hago? Si es subconscientemente, no puedo evitarlo tan fácilmente...- dijo Harry.
-Cuando sientas que estás en una pesadilla, debes decir con claridad estas palabras: Foras Somniun- explicó Luna.
-¿Foras Somniun?- se extrañó Ron.
-Sí, a mí me funciona. Me lo enseñó mi padre- detalló la joven Lovegood.
-Pero, Luna... Ese hechizo...- intentó explicarse Hermione, pero fue interrumpida.
-Ya sé que no suele ser muy efectivo en grandes pesadillas, pero si solo es un mal sueño debe funcionar- detalló Luna.
Harry asintió, ¿qué podía perder?
Entonces, un papel con forma de gorrión, revoloteó en la habitación y sobrevoló la cabeza de los jóvenes magos, consiguiendo posicionarse en las manos de Ron.
-¿Cómo ha podido entrar?- murmuró Neville, mirando cómo el pelirrojo desenvolvía el papel.
-Por debajo de la puerta, seguro que es de George- contestó Ginny, también mirando a su hermano.
-Pues sí...- dijo Ron, sin apartar los ojos de la nota.
-¿Y qué dice?- preguntó Neville.
-Que mis padres están a punto de despertarse- se alarmó en voz baja y todos no tardaron en volver a sus camas y las chicas a sus dormitorios.
Luna salió la primera, Hermione la segunda y Ginny al final.
-Ginny, espera- susurró Harry, mientras sostenía la muñeca de ésta.
Ella volteó a mirarle y esperó a que éste se pusiera en pie.
-Te quiero- susurró aún más bajo y con una preciosa sonrisa.
Ginny se sonrojó y sonrió bajando la mirada.
-Te quiero... Harry- pudo decir en voz baja y algo entrecortada.
Los dos jóvenes se miraron a los ojos con una tímida sonrisa y por un momento se sentían ellos dos, sin nadie más.
-Disculpad, sé que es vuestro momento, pero mis padres están a punto de llegar- interrumpió Ron, en voz baja.
-Nos vemos luego- dijo Harry, casi riendo y se despidió de Ginny.
Ésta asintió y salió corriendo.
Sin embargo, el joven pelirrojo recordó una cosa que tenía que hacer y corrió hacia su hermana.
Llegó hasta la puerta y salió al pasillo con ella.
-¿Qué pasa?- susurró Ginny.
-Verás... Necesito que me hagas un favor...- puso ojos de cordero.
Ella suspiró y miró de un lado a otro, para garantizarse de que sus padres no merodeaban por ahí.
-Tranquila, están durmiendo- detalló, en voz baja.
-Pero, si acabas de decir que...- murmuraba, mirando a su hermano.
-Sé lo que dije, era una mentirijilla... George solo puso que bajemos la voz, porque ya tenía bastante con los ronquidos de papá- sonrió.
Ginny empezó a enojarse y preparó el puño, pero su hermano empezó a hacerle la pelota.
-¿Por qué lo has hecho?- dijo entre dientes y aún en voz baja.
-Para que pudiera pedirte el favor sin que haya más gente- rogó con la mirada.
-Está bien, ¿de qué se trata?- se cruzó de brazos.
-Necesito que me ayudes a reconquistar a Hermione- dijo con una sonrisa.
-¿Qué?... Yo... Yo no puedo hacer eso... Además, está con...- la interrumpió su hermano con una sonrisa.
-Con Malfoy, lo sé. Pero ya no están juntos, ¿no has notado que ya ni se miran?- parecía emocionado.
Ginny mordió su labio inferior, temía que se le escapara lo que le había confesado su amiga castaña. Ella aún amaba a Malfoy y aunque no se hablen, Hermione seguía sintiendo algo por él...
-¿Qué me dices? ¿Me ayudarás?- seguía suplicando con una sonrisa de niño bueno.
-Ron... No sé yo si...- intentaba negarse, pero sin decir el motivo en sí.
-Vamos... Solo tienes que decirme cosas que me sirvan para recuperarla-rogó.
-Está bien, veré qué puedo hacer. Pero si ella no vuelve contigo, no insistas más, ¿vale?- le señaló con el dedo.
Él asintió, feliz, pero asintió convencido de que Hermione volvería con él.
Ginny volvió a su habitación y Ron a la suya.
Cerró la puerta y caminó, muy contento hasta su cama.
-Ron, deduzco que nos has mentido- susurró Harry, sentado en su cama, un poco serio y Neville a su lado y cruzado de brazos.
El pelirrojo tragó saliva y se puso un poco serio.
-¿En qué? No sé de qué...- fue interrumpido, cuando vio que Harry sacó de la mesilla la nota de George.
Ron cerró los ojos, buscó una excusa rápida y los miró con una pequeña sonrisa.
-Bueno... Era para gastaros una broma... Para olvidar lo de la pesadilla, ¿a que ya estás mejor?- rió.
-En absoluto. Por primera vez, le confieso a Ginny que la quiero... Sé que lo sabe, pero nunca se lo he dicho y tú me lo estropeas con una "mentirijilla"- estaba un poco irritado.
-Lo siento, no era mi intención. Lo juro- levantó la mano derecha y parecía sincero.
-¿Seguro que era para gastarnos una broma?- recalcó Neville.
-Sí... Solo era una broma- reafirmó.
-¿Por qué será que nadie te cree, Weasley?- murmuró Draco, recostado en su cama y cruzado de brazos.
-Tú calla- lo miró con cierto enojo.
-Bueno, vamos a dejarlo por hoy. Pero te agradecería que no fueras tan aguafiestas- burló Harry.
Ron rió y se acostó en su cama, como hicieron todos.
Pero aún habían tres brujas que aún permanecían despiertas.
-¿Ronald gastó una broma?- dijo Hermione, un poco enfadada.
-Sí... Quería animar a Harry- excusó la pelirroja.
-Pues, yo no sé dónde le vio la gracia- Luna estaba bastante confundida, por una vez.
-Es que no hay ninguna gracia- detalló Hermione.
-Ssh... Habla más bajo, Alice está dormida- susurró Ginny.
-Es verdad, lo siento- bajó más su voz.
-¿Y qué te dijo tu hermano, Ginny?- preguntó Luna con esa sonrisa soñadora.
La joven Weasley no sabía qué decir, pero fue rápida y dijo una pequeña mentira.
-Me preguntó si todo iba bien entre tú y Malfoy- miró a Hermione- Dice que eres su mejor amiga, desde el primer año y que no quiere que te pase nada malo...-.
-¿Cómo? ¿Ron se preocupó por mí?- no se extrañaba de que él se preocupara por ella, se sorprendió de que fuera así de atento con ella.
-Sí... Es que dice que nota a Malfoy un poco distante con todos...-.
Hermione bajó la mirada.
-La verdad, prefiero el cariño de Ron que el de esa serpiente- murmuró ésta.
-Pero Hermione, ¿no amas a Malfoy?- dijo Luna.
-Me duele lo que me hizo, pero ya no siento lo mismo que antes- concluyó y se acostó. Quiso dormir y que amaneciera.
Todas las demás hicieron lo mismo, sabían que no era buen momento para hablar y lo dejaron por esta vez.
Sin embargo, una joven bruja, había permanecido despierta y escuchando todo lo que habían hablado.
Eran solo las cinco de la mañana, pero Draco no pudo reconciliar el sueño. El que Harry tuviera pesadillas, era como si supiera que Voldemort estaba vivo y eso le preocupaba. Decidió ponerse en pie, después de dos horas acostado e intentando dormir y salió de la habitación.
Quiso sentarse frente la cabaña y ver amanecer. Se abrigó con su abrigo oscuro y con sus botas de piel negra.
Al salir, notó el frío y no le importó.
-¿Aún sigues preocupado, Malfoy?- murmuró Harry, desde la puerta.
-¿Qué te ha dado estos días, Potter? ¿Acaso te has enamorado de mí?- rió y volteó a mirar a su compañero.
Harry también rió por un momento y se acercó a su compañero.
-¿Es por Voldemort?- se puso un poco más serio.
Draco bajó la mirada y la detuvo en el cielo.
-Un poco sí... Creo que ya me da igual morir o no- volvió a mirar hacia Harry.
-¿Dices eso por Hermione?- sabía que Ron aún la amaba, pero comprendió las buenas intenciones de su compañero Slytherin también.
Draco cambió su semblante, intentaba comportarse como siempre había sido en los años anteriores, pero su tono le delató.
-Es ridículo que esté así por una Gryffindor y más por una "come-libros" como ella-.
Harry esbozó una sonrisa.
-¿Qué? ¿Qué te hace tanta gracia, Potter?- lo miró algo serio, pero esta vez sin enojo.
-Estás colado por una Gryffindor y "come-libros" como ella- confesó, manteniendo esa sonrisa.
Draco rió y bajó la mirada al suelo, con las manos refugiadas en los bolsillos de su abrigo.
-Confío en ti, Malfoy. Sé que no eres tan mal mago, como creí- dijo éste con mucha sinceridad.
El joven Slytherin lo miró algo sorprendido, pero disfrazándolo con naturalidad.
-¿En serio? Vamos, sabes que os voy a defraudar, como otras tantas veces- rió.
-Yo no lo creo. Puede que tengas problemas con Hermione, con tu familia... Incluso con nosotros, pero no eres como Voldemort- explicó.
Esto hizo pensar a Draco y no quiso decir más nada, solo miró cómo nevaba.
Harry comprendió que era momento de acabar con la conversación y se quedó a su lado por un rato y en silencio.
DRACO MALFOY |
HARRY POTTER |
LUNA LOVEGOOD, HERMIONE GRANGER, PANSY PARKINSON |
RON WEASLEY, HERMIONE GRANGER Y HARRY POTTER |
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